A veces en la vida, por diferentes circunstancias, te encuentras gente mala. Por suerte (al menos en mi caso) la mayoría de veces me he cruzado con gente muy buena. Una de las últimas personas que me han llegado al corazón ha sido el dibujante granadino Chema García. Mi tocayo es un magnífico ilustrador, que ha trabajado para todas las editoriales importantes haciendo cómics, libros de texto e infantiles y también diseño gráfico. Contacté con él, sin conocerlo, para pedirle colaboración para el nacimiento de la Afroyaya; y no sólo me dijo que sí inmediatamente, sino que me mandó este maravilloso dibujo a color (le pedí un garabatillo en blanco y negro) que me HA ENCANTADO. Así que os dejo la contraportada del cómic, que finalmente saldrá a lo largo del mes de Enero de 2016. Las fechas se van retrasando, pero el trabajo y demás líos en los que no dejo, gustosamente, de meterme me van ralentizando el proceso. Pero no me importa, quiero mimar mucho este tebeillo. Y desde aquí quiero repetirle las gracias a Chema por ser tan generoso. Te debo una cerveza cuando vaya por tu tierra. O dos o las que quieras. Gracias mil. ^_*
sábado, 21 de noviembre de 2015
domingo, 8 de noviembre de 2015
Mis lecturas: Pinocchio de Winshluss
Aprovechando la reedición de este maravilloso cómic por parte de Ediciones La Cúpula aprovecho para crear una nueva etiqueta (Mis lecturas) en la que iré mostrando unos artículos que escribí para el extinto ezine Palanca de Cambio.
Bajo el pseudónimo de María Treize escribí una sección denominada "El rincómic" en la que iba mostrando mis lecturas comiqueras. Traeré alguna que otra al blog. Ahora os dejo con mi lectura de Pinocchio de Winshluss:
Esta obra (más de 180 páginas) fue la gran sorpresa en el
Festival del Cómic de Angulème (Francia) en 2009, ganando el premio al mejor álbum.
Su autor, de nombre real Vincent Parannaud, formó parte del equipo que llevó al
cine animado la obra Persépolis, de Marjane Satrapi. El año pasado, de viaje
por París me encontré la edición francesa y estuve a punto de comprarla. Luego
llegó la española y me quedé algo indiferente. No me gustan, a priori, los
comics que apenas tienen texto. Quizá debido a que si el dibujante no es un
gran narrador no consigues meterte en la historia. Pero en marzo cayo en mis
manos regalado. Y no lo leí hasta mayo. Y entonces descubrí uno de los comics
que más he disfrutado en mi vida. Puedo decir, sin titubear, que es uno de los
mejores tebeos que han pasado por mis manos.
Winshluss reinterpreta el cuento clásico de Carlo Collodi:
lo adapta a la actualidad, le da un toque mágico, onírico, con humor negro, con
realismo mágico, con recursos clásicos del cuento tradicional. Es tan amplia su
polivalencia, tiene tantas aristas este poliedro, que lo mucho que os diga será
poco. No me gustan los comics mudos, pero este me ha gustado precisamente
porque lo es. Porque el autor utiliza maravillosamente los silencios para
centrarnos en la imagen, porque en realidad no es mudo, habla con los recursos
del cómic. La música tiene su lenguaje, el cine el suyo, la literatura también…
Últimamente me repelía esta tendencia moderna de hacer comics cinematográficos
o muy literarios. Este es muy tebeístico. Es un ejemplo perfecto para mostrar
las virtudes de la historieta. Es un ejemplo de las cualidades del medio para
ser lo que es, Arte.
Respecto al argumento, el hecho de conocerse el cuento
clásico no es un lastre, actúa más bien como elemento de complicidad para
entender los desvaríos y bifurcaciones respecto de su referente. Es hilarante
la historia del desahuciado Pepito Grillo, del moderno y avaricioso Gepetto, o
la de los personajes secundarios que salpimentan el hilo principal. Se devora
en pocas horas, es vertiginoso, dinámico y secuencialmente fluído...
El estilo gráfico tiene un par de referentes, a mi entender:
el underground francés (Vuillemin debe ser su dibujante de cabecera) y los
dibujantes clásicos. El color tramado, con tintes amarillentos de página
antigua recuerda a los Kin-Der Kinds de Feininger o Krazy Kat. También utiliza
Winshluss las páginas de su libro como plataforma de interpretación gráfica.
Cerrando escenas con ilustraciones a página completa en las que utiliza
diferentes técnicas, a cual de ellas más interesante.
Os recomiendo intensamente su lectura. No seáis tan
perezosos como yo, que ya os lo estáis perdiendo.
María Treize
Pinocchio de Winshluss lo publica Ediciones
La Cúpula. 200 páginas. Color. 32€.
(Ahora en rústica a 26'90€)
sábado, 7 de noviembre de 2015
Sigo aquí
Madre mía... Cuatro meses casi sin publicar nada... Es posible que sea la ocasión en que más tiempo he tardado. Quizá esta crónica artístico-vital necesite reflejar estos momentos de impasse por medio del silencio. No lo sé, el caso es que puede que haya habido algo de pereza, hastío y tristeza, mucha tristeza por una pérdida muy dura que he tenido este verano... Espero que estés guardandome sitio allá donde estés, José Ignacio, suegro y amigo, tenemos pendientes unos vinillos con mojama y almendras...
Pero no me gusta ver el blog abandonado, sin esa vida que me da ganas de publicar más cosas e interactuar con aquellos que aún pasáis por aquí a ver las aventuras de mi ombligo. Así que adopto el compromiso de publicar, al menos, una vez por semana de aquí a final de año. Alguna más caerá, pues antes de que acabe el año debe salir La Afroyaya: el cómic. Sí, lo sé, dije que para diciembre septiembre, pero es que el engendro ha cogido vida propia, y él mismo decide cuándo y cómo pasan las cosas. De momento os invito a seguir la página de Facebook que he creado de la abuela más funky del universo, dónde iré detalladamente dando pistas y fechas de publicación.
La dirección aquí: https://www.facebook.com/laafroyaya/
Y nada más, lo dicho, nos leemos pronto. ^_*
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