miércoles, 22 de abril de 2009

Palanqueemos


Os recomiendo especialmente el nuevo número de La Palanca de Cambio, el 11 ya. Esta ciberrevista se está haciendo mayor y me llena de orgullo y satisfacción (leer con voz de rey) pertenecer a ella; ha quedado un número muy interesante.^_*

sábado, 18 de abril de 2009

Derecho a réplica

Norman Rockwell "Le connoisseur" de 1962



Recientemente estoy encontrando muchos ejemplos de debates acerca de un tema que tocamos con frecuencia aquí, el tema del Aarte (ya sabéis, la mayúscula o minúscula es cosa de cada cual).
El último en el diario Público donde Rafael Reig opina acerca de qué considera el arte o no:

DERECHO A RÉPLICA (12/4/09) : blogs.publico.es/rafaelreig

(…) El arte funciona gracias a un núcleo de mandarines que adjudican valor a unos y se lo niegan a otros. Si se les piden explicaciones, responden con zarandajas esotéricas, condescendencia y cerrado espíritu de cuerpo: la gente corriente, la masa (en rebelión) no estamos a la altura del arte moderno, nos falta sensibilidad y educación.

(…) Como decía Ortega, ser impopular es el "destino esencial" de un arte que "divide al público entre dos clases de hombres: los que lo entienden y los que no lo entienden". Es arte para los selectos, una "sensibilidad dominada por un asco a lo humano", una pintura ante la que la masa "cocea y no entiende". Para mí, La deshumanización del arte (1925) aún explica bien este arte deportivo. "El triunfo del deporte significa la victoria de los valores de la juventud", y por eso "no hay duda: entra Europa en una etapa de puerilidad", "un tiempo de varonía y juventud", es decir. el fascismo. Ortega aseguraba que, ante estos artistas, "cabe hacer una de dos cosas: o fusilarlos o esforzarse en comprenderlos. Yo he optado resueltamente por esta segunda operación". Yo aún dudo.



Quiero apuntar algunas cosas:

En primer lugar sí, la masa tiene falta de sensibilidad y educación. No podemos pretender que nos den todo el discurso artístico pasado por la batidora, hay que aprender a masticar también.
En segundo lugar creo que “ser impopular” puede ser, tristemente, uno de los propósitos del arte actual, al menos de una parte de él. Aunque no creo que sea el fin esencial, sí creo que es preocupante la necesidad de contracorriente, de outsider de algunos artistillas actuales (no digo contracorriente en el sentido de descubrir nuevos caminos, sino en sentido de ser un chico malo porque sí; la pose, la foto y la tontería por bandera). De todo ha de haber.
En último lugar el chascarrillo del fusilamiento me parece de una gilipollez supina, así que evito el embiste.

Pero todo esto me está dando que pensar, darle a la maquinaria (que diría Vicentín) y creo que podemos dividir fundamentalmente en tres las corrientes por las que se mueve el Aarte moderno: La autoestética, la moralizante y la artesana. En un próximo post desarrollo mis desvaríos...

martes, 14 de abril de 2009

Afroyaya#3


Para La Palanca número 11 nueva entrega de vuestra abuela amante de la laca favorita. Esta vez se atreve con Damien, qué cuajo tiene esta abuela...

viernes, 3 de abril de 2009

Maurizio Cattelan

(Visto en Es muy de cómic.)

El nuevo blog de Pepo (tan imprescindible como Con C de Arte) me descubre a un artista italiano llamado Maurizio Cattelan, un artista con una obra así:



Extraigo un trozo pequeño sacado de aquí (para quien quiera mayor información) para explicar un poco como concibe este artista sus obras, utilizando el impacto de la imagen como medio para denunciar o expresar algo y no como fin en sí: "Así, el escándalo que desata la obra, constituye la máscara cínica que le resta protagonismo al auténtico rostro del drama. Ninguna pieza de Cattelan ilustra mejor esta dualidad que cuando colgó del árbol más antiguo de Milán tres maniquíes de niños a tamaño natural. A pesar de la evidencia de que eran muñecos, la prensa aclaró que 'los niños estaban colgados, no ahorcados'."

Parece ser que en época de Mussolini la policía colgaba a los hijos de los comunistas para que sirvieran de ejemplo. No se me ocurre mejor manera de terminar el post que recurriendo aquí otra vez diciendo que "la moraleja de este desenlace estriba en que la ficción como soporte especulativo es un ingrediente crucial en el plato fuerte que Cattelan oferta para fanáticos y detractores."