En otra ocasión, compró un bonito y bucólico paisaje campestre y le añadió un oficial nazi disfrutando de las vistas. El cuadro se subastó por 450.000€.
Estas acciones forman parte de su gira estadounidense (titulada con el mismo nombre de la entrada que estáis leyendo) la cual despidió realizando este grafiti que os enlazo. La información exhaustiva la tenéis en los enlaces. Yo, por mi parte, sigo maravillándome de las acciones artísticas de este señor, poniendo en cuestión los conceptos de "Arte", "mercado del Arte" y demás parafernalias circundantes a este bonito y contradictorio mundo de la creación. Todo un Duchamp moderno que se resiste a ser engullido por el mundo que él mismo critica. Duchamp no lo consiguió y, por supuesto, Banksy tampoco. Se arrancan muros de sus creaciones callejeras para subastarlos desorbitadamente, la marca Banksy ya es tan rentable que ha perdido la libertad de ser invisible. Y aunque genialmente se resiste a ser devorado, su destino ha quedado sellado definitivamente. El mercado del Arte lo devora todo sin piedad... ^_*
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