jueves, 6 de febrero de 2014

Hablemos de Arte

Es curioso, no definiría mi blog como un lugar donde se puede venir a leer sobre Arte. No al menos con la frecuencia que apuntan las etiquetas que, también, dan nombre a esta entrada. De vez en cuando aparece algo que me hace saltar el resorte y me crea la necesidad de compartirlo con vosotros.

Recientemente he leído (en el Facebook de Pepo Pérez):"La obra debería hablar por sí sola."


 

Cuando, en clase, los alumnos me preguntan cómo se cotiza tanto Picasso, o les muestro un Tàpies o un Rothko y ponen cara de rechazo, les explico que toda obra tiene un texto y un contexto. Un texto que explica la poética del artista (en algunos casos sesudos tratados) que es necesario conocer y, por otro lado, un contexto. Un momento puntual de la Historia del Arte que legitima lo que ese autor ha hecho. Pero centrándonos en el texto, en el sentido en que completa la obra no siempre tengo una postura clara. Hay momentos en los que estoy de acuerdo con Pepo y pienso que la obra debería decirme todo lo que necesito saber sobre ella. Otras veces pienso que es injusto juzgar algo sin conocer su estructura interna. Como juzgar un libro escrito en chino como algo malo cuando no tengo ni idea de chino. Por eso digo que no tengo una postura definida y clara. Lo único que tengo claro es que el Arte debe ser sincero. Y este pensamiento trae a colación una bonita entrada que he leído (estos días) en la web de Xataka Foto, escrita por Ya'akov Márquez que os recomiendo leer. Yo os dejo, para finalizar, una adaptación que he hecho sustituyendo al fotógrafo por el artista (por supuesto el fotógrafo también lo es, pero quiero generalizar y agruparlos a todos). Dice así:

Cuando éramos pequeños, todos dibujábamos sin pensar en el que dirán. Solo cogíamos un lápiz, ceras de colores e interpretábamos nuestro mundo, hasta que un día llegó un profesor o compañero y nos dijo: “eso está mal, no sabes dibujar bien”. Ya nos la liaron. Nuestra creatividad interior se apagó, caímos en la trampa...

Experimentar con la técnica, fusionar estéticas que en el ‘ahora’ no son correctas, abre un nuevo enfoque, una nueva oportunidad de expresión. Tocar las narices a las normas preestablecidas en los entornos artísticos puritanos es algo que hay que tener en cuenta. El primero que rompe el molde es siempre el que se lleva la gloria y los palos. Pero en el fondo la satisfacción personal es lo que debería impulsar nuestras imágenes, más que agradar a nadie o buscar ‘likes’, a no ser que sea un cliente que te pide un producto en concreto.
Si encuentras tu propia inspiración dejas de ser un artista ordinario. Lo extraordinario esta dentro de ti, solo tienes que buscarlo. Casi todos los artistas con éxito abandonaron su zona de confort en algún momento de su carrera.

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2 comentarios:

David dijo...

En realidad no creo que haya que adoptar una postura clara en esto. Tiene que ver con la seriedad y rigor con la que el artista trabaje sus obras, y su honestidad. Aunque eso es bastante difícil de saber en muchas ocasiones, cuando vas a una expo.

Lajarín dijo...

Al 100% de acuerdo, David, gracias por opinar!!!