domingo, 31 de marzo de 2013

Palanca #37


La Palanca de Cambio cumple cinco años. Nada más y nada menos. Hemos intentado hacer un número especial con colaboraciones especiales y contenidos algo diferentes a los habituales. Entrevista, entre otros, a Román Gubern, nada más y nada menos... Os dejo la maravillosa portada realizada por Dani Marco y, como siempre, el enlace para leerla online o descargarla gratuitamente. Próximamente os mostraré colaboraciones mías y demás. ^_*

sábado, 9 de marzo de 2013

¡Asoma la cabeza!


Ayer recibí las pruebas de imprenta del cómic "Cuando la tierra tiembla". Uno de mis mayores miedos era la fidelidad a los colores originales. Tened en cuenta que, al colorear en la pantalla del ordenador, los colores son muy luminosos por el propio brillo que irradia la pantalla. Temía unas páginas algo más oscuras. Sin daros una lección técnica del formato del archivo, os diré que se puede trabajar en varios formatos, pero se pueden resumir en tres: escala de grises, RGB o CMYK. El RGB hace referencia al color luz ( Red Green Blue) y se utiliza para ilustraciones no imprimibles. Los colores son más vivos, más fluorescentes y se consiguen tonos luz que no se pueden conseguir con pigmentos, colores sólidos. El CMYK (Cyan, Magenta, Yellow, Key-negro-) es el color de impresión, es el que hay que utilizar cuando se trabaja para imprenta. El problema es que determinados factores influyen en la traslación de los colores en pantalla al papel (calibrado del monitor, maquinaria de la imprenta, tipo de papel...) Así que entenderéis que mis temores eran fundados. Pues nada de nada. Los colores son al 100% los míos: los fuegos, los cielos, las luces. Todo idéntico. Así que tuve una epifanía que ni os cuento, jajajajaja. El resultado me ha impresionado mucho (y eso que estoy harto ya de verlo y verlo y leerlo y releerlo). Es mi primera vez, en un sentido tan profesional, pero ahora entiendo la ilusión de mis dibujantes admirados y sus nervios ante la recepción del hijo en papel. Ahora la impaciencia me pide recibirlo ya impreso. Queda poco. ¡Bien!  ^_*

viernes, 1 de marzo de 2013

Yo no sé dibujar

Un vídeo regalado por la simpar María Alonso, me ha dado el impulso para escribir este post. Así, además, retomo la etiqueta "Hablemos de arte", algo abandonada estos últimos tiempos en otros menesteres. Voy a hablaros de los niños y su actitud ante el dibujo y la pintura. Mi experiencia otrora como monitor de pintura de niños de 5 a 11 años, sumada a la de profesor de secundaria (de 12 a 16 años) me han dado una perspectiva muy clarificadora: 
El niño, de pequeño, no tiene complejos; desde bebé hasta, más o menos, los 7 años no tiene una concepción de sí mismo referida a "Sé o no sé dibujar". Puedo deciros que prácticamente todos los trabajos en el taller tenían una gracia y calidad similar. A mí me gustan mucho los dibujos de los niños, no tienen ese vicio de lo aprendido, dibujan visceralmente, con una gracia increíble. Guardo algunos dibujos en casa porque me encantan. A partir de los 7-8 años comienzan a "frustrarse" con el "no me sale", "yo no sé hacerlo igual que Pepito" o "Fulanita dibuja muy bien los gatos y yo no". Comienza el descreimiento en uno mismo, la frustración y se rinden. El que dibuja bien, porque se lo dicen, carga las pilas de autoestima y sigue dibujando. El que no, finalmente abandona y llega a la ESO con la cantinela eterna de "Profe, yo no voy a aprobar Plástica porque no sé dibujar". Pero, aparte de la mayor facilidad que pueda tener un chaval para dibujar que otro (eso no lo voy a cuestionar), ¿qué más ha ocurrido? Que el que tiene facilidad sigue practicando, sigue esforzándose, sigue dibujando. Sigue mejorando, por tanto, y así comienza a alejarse del otro, el cual no practica y pierde, imparable, posiciones respecto al "habilidoso". Creo que las condiciones innatas son, máximo, un 30% y el otro 70% es el trabajo y la fe en uno mismo. Creo que no hay que catalogar a uno como deportista, otro como dibujante y otro como empollón; así cerramos vías que, aunque fuesen farragosas, podrían ser las que darían grandes satisfacciones al niño. Por eso me gusta tanto este vídeo, que adapta el libro de Peter H. Reynolds "El Punto", por lo que apunta. Por ser una maravillosa declaración de principios. Disfrutadlo. ^_*